Traducción al español de un artículo de los más claros y estimulantes que he leído sobre el tema. El original en inglés, aquí.

Un amigo mío recientemente me preguntó la razón por la que quiero llegar a rico. Es una muy buena pregunta, y que todo el mundo debería hacerse a sí mismo de vez en cuando, porque les ayudaría a mantenerse en el buen camino. Me parece muy importante para comprender por qué hacemos lo que estamos haciendo en nuestra vida.

No quiero ser del montón

Para responder a esta pregunta tengo que decir que no quiero ser rico. Lo único que quiero es no ser del montón. Miro a mi alrededor y veo que la gente enfoca su vida de miles de formas diferentes. Cada persona tiene unas motivaciones que influyen en su vida y eso es impresionante. El problema que tengo con la vida de la mayoría de la gente es que ya me conozco la historia y sé como termina. Ya sé lo es que encontrar un empleo y trabajar de lunes a viernes.¿Qué crecimiento personal obtengo de esto? Tal vez conseguir la tranquilidad, tal vez algún tipo de satisfacción e incluso, quizá, una mejor vida personal. Pero después de considerarlo detenidamente no creo que sea verdad.

La rutina típica de la semana de trabajo a mí no me dice nada. Lo que me motiva es la incertidumbre y la superación de los obstáculos. En un trabajo normal todas las respuestas están ya escritas y no hay grandes obstáculos. No hay un verdadero desafío ni ningún crecimiento personal. De hecho, creo que mucha gente estaría mejor si dejaran sus puestos de trabajo y lucharan por algo mejor. Desde mi punto de vista, en el momento en que uno se acomoda, ha dejado de crecer. Y ¿por qué querría dejar de crecer? El crecimiento es la razón por la que estamos aquí. El crecimiento es lo que nos ayuda a ser mejores personas, y no se me ocurre nadie que realmente no quiera convertirse en una mejor persona.

No me gusta el dinero, ni me ha gustado, ni me gustará

Mucha gente dice que el dinero puede ser una cosa muy mala y que no debería pensar en el dinero. Estoy de acuerdo, el dinero puede ser una cosa muy mala y no pienso en el dinero. El dinero en muchos sentidos es un subproducto del éxito en una tarea honrada. Hay gente que no iba buscando dinero, y lo encontraron de todas maneras. Bill Gates no iba buscando dinero, iba buscando innovar, mejorar. Sergey Brin y Larry Page no crearon Google con la idea de hacer dinero. ¡Para nada! Comenzaron con la idea de organizar la información que existía en Internet, y lo hicieron con dedicación e integridad.

En muchos aspectos me gustaría construir mi vida de forma similar a estos héroes. Estos son el tipo de personas que buscaban más de la vida que un típico empleo de lunes a viernes. Salieron a buscar un poco de riesgo y un poco de suerte. Querían llegar a territorios inexplorados y ver lo que había al otro lado del océano. Querían algo fresco y nuevo.

Subir un escalón

Hay ciertas personas para las que entiendo que aspiren aun trabajo “normal”. Si eso es bueno para ti y te desarrollas personalmente me parece magnífico. El problema surge cuando se ha dejado de crecer, y todavía tenemos ganas de avanzar. En lugar de echarle la culpa al jefe y pensar que todos los demás son unos idiotas, probablemente sería más productivo deshacerse de sus pañales y ponerse unos pantalones: cuando se sale de la guardería se va al colegio. Lo mismo puede decirse acerca del trabajo y de la vida. Creo que todo el mundo debería siempre tratar de alcanzar el nivel siguiente en la vida. ¿Por qué estancarse en un mundo de mediocridad carente de novedades cuando podría abrirse a un mundo de exploración y luz?

Consecuencias para la familia

Desde luego, comprendo que muchas serán las personas que digan que esto no es bueno para una familia. Y en la mayoría de los casos estoy de acuerdo de todo corazón. Por lo general la vida es mucho más fácil en una familia que tiene un trabajo estable y una paga al principio de cada mes. La mayoría de los propietarios de negocios y empresarios son tremendamente pobres y tienen dificultades a la hora de comenzar. Se tarda un tiempo hasta que la bola empieza a rodar y durante ese tiempo sus vidas y las de sus familias se resienten. Esto no es bueno para una familia y puede tener muchos efectos negativos no previstos. Sacrificarse uno mismo es una cosa, pero implicar a su familia y a otros puede ser una maniobra muy egoísta y grosera y yo recomendaría evitarla si es posible.

Pon tu juventud a trabajar

Por eso, mi planteamiento es tratar de conseguir todo esto de inmediato. Tienes más tiempo libre de su vida en la juventud así que ¿por qué gastarlo en cosas de menor importancia? Prefiero trabajar en mi juventud esencialmente para liberarme a mí mismo en una etapa posterior de la vida, en la que pueda pasar más tiempo con mi familia y amigos y no ser esclavo de mi jefe, del dinero o del tiempo. Durante la etapa de juventud uno tiene mucho más tiempo y oportunidades para potenciar sus capacidades y lograr grandes resultados. Puedes finalmente ser “alguien” y hacer algo por el mundo.¿Por qué no tratar de ser lo mejor que puedas ser? ¿Y por qué no tratar de tomar el mejor camino para llegar allí? Si no llegas, al menos, lo habrás intentado. Si eso no era para ti, no pasa nada. Nada te impide volver a la comodidad del empleo por cuenta ajena en caso de tropiezo. Pero por otra parte, nada te impide evitar el trabajo por cuenta ajena y buscar algo mejor!

Entiendo que este tipo de decisiones no son aptas para todo el mundo y lo respeto. Sin embargo, éste es el camino que me parece más beneficioso a largo plazo para mí y es por eso que hago las cosas que hago. También creo que es importante no confiar demasiado en un único plan. Hay que estar siempre abierto a los cambios y oportunidades a lo largo del camino, que es lo que intento.

Conclusión

Así pues, en pocas palabras he explicado mi etapa actual en la vida, y hacia dónde tengo previsto ir. Hay muchas preguntas sin respuesta frente a mí y eso me gusta.¿Por qué obligarse al guión de vida al que se resigna cada empleado? Ya sé cómo termina y ya sé que NO me gusta. Prefiero, con mucho, el guión de Bill Gates y Sergey Brin.

Si no os han llegado los regalos de navidad a tiempo, no os preocupéis, no es que hayáis sido malos sino que Santa Claus / Papá Noel tuvo un pequeño contratiempo el otro día...








Un dibujo del genial Alberto Montt.

¡Feliz Navidad!

El Doctor Maxwell no quiere ser menos que Papá Noel, Santa Claus o como se llame el gordito de rojo ese, y ha decidido traer regalos para todos y todas: Un programa comercial, normalmente de pago, pero totalmente gratuito. Y como somos así de competitivos, mi querido demonio me sugiere que dejemos al gordito de rojo a la altura del betún y que repartamos regalos ¡todos los días!

Así pues, a partir de ahora tendremos en la columna de la derecha un enlace a un programa de regalo diferente cada día, cortesía de giveawayoftheday.

¿Tienes un blog y estás deseoso de que te lean cientos de miles de internautas? Quizá acabas de empezar y sólo te leen tus amigos, tu novia y tu familia. O quizás llevas ya un tiempo pero tu base de lectores no parece crecer conforme al esfuerzo que le dedicas. En cualquiera de estos casos, no estás solo: compartes conmigo y con muchos otros blogueros un afán de llegar más lejos con tu mensaje.

Si yo empezase hoy un blog y buscase crear una base de fieles lectores entre otros blogueros ya establecidos, estas son algunas de las cosas que pondría en práctica inmediatamente en mi propio blog:

1. Contenido útil y original. Te voy a ser sincero: me da igual si llevas escribiendo blogs 5 años o 5 minutos; si cuando salga de tu blog tengo la sensación de haber aprendido algo nuevo, podrás contar conmigo como el más leal de tus lectores. Siempre estoy dispuesto a apuntarme a lo que pueda enseñarme algo.
   


2. Permíteme compartirlo. Si tu blog tiene algo bueno, ¡quiero contárselo a todo el mundo!. Ofrecer un enlace para enviarlo fácilmente a un sitio de redes sociales como Menéame o Fresqui es permitir que los visitantes sepan cómo participar.
   


3. Un logo o avatar fácilmente reconocibles. Lo que más me gusta del uso de blogs es el aspecto de comunidad. Ya sea enviando tus artículos a una red social o a través de comentarios frecuentes en otros blogs, me gusta saber que te implicas y participas en el debate.
   


4. Añade nuevos contenidos con frecuencia. Si tardas tres semanas desde que publicas un artículo hasta el siguiente, no estás demostrando que estés comprometido con tu blog. Un par de artículos a la semana es una muestra de que disfrutas de lo que haces y te apasiona. También, mostrar los últimos artículos en la barra lateral permite que tus lectores tengan un resumen rápido acerca del contenido de tu blog.
   


5. Céntrate, no te disperses. A todos nos atraerá más un blog del que sabemos los temas en los que se centra ya que lo deja claro mediante descripciones e imágenes, que uno disperso y sin un hilo conductor. Esto no quiere decir que no puedas salirte ocasionalmente del tema principal, pero deja claro cuándo lo haces y por qué.
6. Añade ilustraciones.: Dedica unos minutos a añadir imágenes a tus artículos. ¡La percepción visual es importante!
   


7. ¡Muestra entusiasmo por lo que haces!: Personalmente adoro a los escritores que demuestran su pasión por un tema. La energía y el entusiasmo son muy fáciles de mostrar en el texto de los artículos cuando se está realmente entusiasmado con lo que se está haciendo.
   

Este es un extracto del blog de The Lonely Marketer, un tipo con mucha experiencia profesional en esto del marketing en internet. El buen hombre, que se llama Patrick Schaber, no da una serie de consejos para conseguir un éxito sostenido en Internet.

...o eso dicen. En fin, por si gustáis del riesgo y las emociones fuertes, he aquí un juego lleno de peligros... y placeres (Sólo para chicos, me temo, pero si encuentro algo parecido para chicas, prometo dedicarle un post. Espero vuestras sugerencias).

Pocas visiones en el mundo son más placenteras que la de un generoso escote. ¿Serás capaz de mantener tu vista fija en el escote de la chica sin que ésta se de cuenta? Cuidado porque te arriesgas a un bofetón... o algo peor.







Voy a citar la Wikipedia para contaros quién soy yo:

El Demonio de Maxwell es el nombre de una criatura imaginaria ideada en 1867 por el físico escocés James Clerk Maxwell como parte de un experimento mental diseñado para ilustrar la Segunda Ley de la Termodinámica.

Esta ley prohíbe que entre dos cuerpos a diferente temperatura se pueda transmitir el calor del cuerpo frío al cuerpo caliente. Esta ley también se expresa comúnmente afirmando: "En un sistema aislado la entropía nunca decrece". El demonio de Maxwell sería una criatura capaz de seleccionar moléculas calientes y moléculas frías separándolas.

El nombre "Demonio" proviene aparentemente de un juego de cartas solitario conocido en Gran Bretaña en el que se debían ordenar cartas rojas y blancas análogas a moléculas calientes y frías. El demonio de Maxwell aparece referenciado también como Paradoja de Maxwell.

Aquí tenéis un excelente artículo divulgativo sobre la segunda ley de la termodinámica, con jueguecito en Flash incluido (para jugar, hacer clic sobre la cara del diabliio):






Supongamos que tenemos un recipiente con muchas moléculas, a distintas velocidades, moviéndose en todas direcciones. Este recipiente está dividido en dos partes por una "puerta" y hay un ser diminuto, que abre y cierra la puerta, dejando pasar las moléculas más rápidas hacia un lado y las más lentas hacia el otro. De esta forma, se conseguirá elevar la temperatura de un lado y bajar la del otro sin efectuar trabajo, violando así la segunda ley de la termodinámica.

Gadgets, cacharros tecnológicos, agendas electrónicas, iPods, GPS, cámaras digitales... Incluso yo, que para ser un teleco, soy bastante reacio a comprar cacharros de esos, tengo que admitir que mi vida cambiaría bruscamente si desaparecieran hoy.

¿Qué os van a traer los Reyes Magos o Santa Claus? Yo todavía tengo que hacer la lista pero aquí van un par de caprichitos que muy bien podrían entrar ahí:

Un grabador de televisión en disco duro: las cintas VHS son un engorro por lo voluminosas y empiezan a ser difíciles de encontrar. Lo peor de ellas es la dificultad de la transferencia: vamos a perder calidad al hacer la copia, ya que son analógicas. Se me ocurre, así de pronto el Emtec Movie Cube R.



Esa es la clave de los medios de almacenamiento del futuro próximo: la cuestión ya deja de ser el soporte en sí, que inevitablemente queda obsoleto a los pocos años. Debemos liberarnos de él y buscar que el contenido pueda ser transferido una y otra vez. En mi opinión esa debería ser la tendencia... claro que las grandes compañías y nuestro amigo Bill Gates con su Windows Vista tratan de ponérnoslo difícil. Otro día hablaremos del tema.


Otro regalito que me gusta: el iPod Touch, o en su defecto (no soy marquista) un reproductor multimedia portátil con buena capacidad de disco duro. Por ejemplo, el Archos 705 WiFi.

Admitámoslo: hacerse rico con un blog es el sueño de más de uno de los que me estáis leyendo.

Yo también, no lo voy a negar, quiero ganar dinero con un blog (o con todos los que sean necesarios). Me parece magnífico querer hacerse rico (rápidamente si puede ser) de forma legal, y haciendo lo que a uno le gusta. Y entre los que no se plantean hacerse ricos, sí que hay muchos a quienes no les importaría que cada mes cayesen unos euritos al bolsillo.

Así que vamos allá: ya tenemos decidida a grandes rasgos una temática, un nombre y hay que pasar a temas de logística: ¿dónde nos vamos a alojar: sitio gratuito o sitio de pago? ¿con un nombre de dominio propio o con el de otra empresa para que nos salga gratis?

Como veis en este blog he optado por la solución más económica a corto plazo: alojarme en Blogger. No pago ni por el nombre de dominio ni por el alojamiento.

Pero ¡ojo! He dicho a corto plazo. En realidad estoy convencido de que la mejor opción es capitalizar el inmenso prestigio que (¡sin duda!) vamos a ganar como blogueros, en nuestro propio nombre de dominio. ¿Acaso no nos estamos dedicando al blog para no tener que trabajar para otros? ¿entonces qué estamos haciendo escribiendo para un sitio ajeno como, digamos, blogger.com o wordpress.com? Estoy construyendo prestigio, audiencia, imagen de marca y enlaces para ellos, no para mí. Peor aún: mis artículos están alojados en un servidor que no me pertenece. Si un día los dueños de Google deciden cerrar Blogger, estoy perdido.

Y hay una ventaja más de tener “mi” nombre de dominio: flexibilidad. Puedo convertir mi blog en un foro, puedo ampliarlo con cualquier otra posibilidad, puedo hacer miles de cosas. En Blogger estoy limitado a lo que me dejan hacer, ni más ni menos. Definitivamente, debo cambiar a un sitio propio cuanto antes. Eso es ni más ni menos lo que pienso hacer.

¿Por qué no lo he hecho desde un principio? Pues porque todo experimento o proyecto empresarial tiene un alto riesgo de ser abandonado en sus inicios. Así que he decidido no invertir mi dinero, sino solamente mi tiempo (algo que ahora mismo tengo en abundancia) para poner a prueba mis dotes de bloguero.

Digamos que me estoy examinando a mí mismo. Si veo, por una parte, que disfruto escribiendo, tengo ideas con frecuencia y consigo tener la autodisciplina necesaria para publicar artículos regularmente, y por otra parte descubro que tengo un público, un número de lectores que aumenta gradualmente (y unos ingresos que hacen otro tanto) entonces decidiré seguir delante de forma más profesional, con un nombre de dominio propio y alojando todos mis artículos en un sitio que sea “mío”.

Soy consciente de que no es fácil hacer la transición y pasar de Blogger a cualquier otro sistema: Empiezo desde cero y pierdo todos los enlaces que apuntaban a mi sitio. Por ello un salto así, si se hace, hay que hacerlo lo más pronto posible, para limitar los daños. Además, hay que planificarlo y avisar a nuestros lectores con antelación y con posterioridad, de modo que el antiguo sitio siga ahí, redirigiendo a los rezagados hacia el nuevo sitio. ¿Lo haré algún día? Me doy de plazo unos meses. En ese momento lo veremos.

¿Son dibujos obscenos?

Dicen que todo depende siempre del punto de vista...

La verdad, es que es sorprendente la imaginación de este muchacho. De hecho, tiene doble dosis de imaginación: una para los dibujos eróticos y otra para camuflarlos en otro más "apto para todos los públicos". ¿O seré yo el pervertido cuya imaginación retorcida le hace ver cosas extrañas en los primeros trazos de un dibujo completamente inocente?

Sí, soy un demonio. Pero no uno cualquiera.

Yo soy un demonio muy especial: salgo en todos los libros de física, desde que ayudé a mi jefe, el Doctor Maxwell a explicar leyes de la termodinámica. Como me sobra tiempo, ahora me dedico a escribir un blog: Doctor Maxwell, supongo. Un blog sobre... mmm... sobre... bueno, ¡ya veremos lo que sale!


Alto ahí, quieto parao to el mundo... el que venga aquí buscando algo relacionado con algo satánico, en plan 666, el número de la bestia o cosas de esas, que sepa que se ha equivocado de sitio. El demonio de Maxwell no va por ahí haciendo maldades...

Pero ya que estáis aquí buscando secretos diabólicos, os voy a contar un par de curiosidades al respecto que me han contado mis primos los demonios del averno.

¿Por qué el número 666 es el número de la bestia? Su origen está en los ritos de la antigua civilización de Babilonia (también llamada Babel, la de la torre de Babel que aparece en la Biblia). Los babilonios eran grandes matemáticos y astrólogos, de hecho en su cultura, las matemáticas y la astrología están íntimamente unidas. De ellos hemos heredado conceptos como la semana de siete días (el siete era un número mágico para ellos), la división del círculo en 360 grados, los 12 signos del zodíaco y el 13 como número de la mala suerte.

En la religión babilónica había 36 espíritus o demonios menores gobernados por uno superior a todos ellos. Cada uno de ellos tenía un número asignado, del uno al 36. Para el jefe de todos ellos, se asignó el valor de la suma de todos los números del 1 al 36, que, como ya os estaréis imaginando, vale exactamente 666.

Los babilonios temían y adoraban a la vez a esos espíritus, y para protegerse de su ira portaban al cuello unos amuletos que consistían en un recuadro de 6x6 casillas, en cada una de las cuales se escribía un número del 1 al 36. Pero no se disponían de cualquier manera: para que el amuleto fuera eficaz tenía que tener propiedades mágicas. En el que veis a continuación, todas las filas, las columnas y las dos diagonales contienen números cuya suma es siempre 111. Es lo que en matemáticas se llama un cuadrado mágico.

Así pues, andando el tiempo, los dioses paganos de los babilonios fueron identificados por la religión judía y por los primeros cristianos como demonios, y el número 666 como “el número de la bestia” tal como aparece en el Apocalipsis.

Este blog no va a ser escrito por un ser humano.
Este blog no respeta ninguna ley, ni siquiera las de la termodinámica.
El autor de este blog decide cuándo la puerta se abre y cuándo se cierra, qué es lo que pasa por ella y qué es lo que no pasa, cuándo hace frío y cuando hace calor.
El autor de este blog es un diablillo juguetón.

Me presento: Soy el diablo de Maxwell. Bienvenidos a mi blog, humanos.